Comentarios de Alain Maron, Ministro del Gobierno de la Región de Bruselas-Capital
Alain Maron, Ministro del Gobierno de la Región de Bruselas-Capital, subraya la importancia del acuerdo, afirmando que impulsa a Europa hacia su objetivo de contaminación cero. Establece normas estrictas para el tratamiento de las aguas residuales urbanas, en consonancia con los objetivos del Pacto Verde europeo.
Ampliación del ámbito de aplicación de la Directiva
La directiva revisada amplía su ámbito de aplicación para incluir todas las aglomeraciones de 1 000 equivalentes habitante (EH) o más, un ajuste significativo con respecto al umbral anterior de 2 000 EH. Este ámbito de aplicación más amplio refleja el compromiso de la directiva de abordar la contaminación procedente de aglomeraciones más pequeñas, los desbordamientos de aguas pluviales y los microcontaminantes.
Sistemas de recogida de aguas residuales y planes de gestión
Para cumplir los nuevos requisitos, los Estados miembros están obligados a establecer sistemas colectores de aguas residuales urbanas para todas las aglomeraciones de 1 000 PE o más, con un plazo ampliado hasta 2035. Además, los países de la UE deben gestionar mejor el agua de lluvia en las grandes ciudades para reducir la materia orgánica y otros contaminantes. Las soluciones, como las estudiadas por LIFE RESEAU, tendrán por objeto reducir los desbordamientos de aguas pluviales, los vertidos de aguas residuales no tratadas y evitar que las aguas pluviales no contaminadas entren en los sistemas colectores. Además, los planes de gestión integrada de las aguas residuales urbanas que abarquen aglomeraciones de más de 100.000 PE deberán estar en vigor en 2033, con revisiones cada seis años.
Tratamiento de aguas residuales y neutralidad energética
La directiva impone el tratamiento secundario a todas las aglomeraciones de 1 000 PE o más para 2035, y amplía las obligaciones de tratamiento terciario (eliminación de nitrógeno y fósforo) y cuaternario (microcontaminantes) a las plantas más grandes, de 150 000 PE, para 2039 y 2045, respectivamente. Además, el sector de las aguas residuales deberá reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, que hoy representan el 0,85% de todas las emisiones de la UE. Un objetivo de neutralidad energética exige que las depuradoras de aguas residuales urbanas produzcan energía a partir de fuentes renovables para 2045. Esta energía puede producirse dentro o fuera de las instalaciones, y hasta el 35% de la energía no fósil puede comprarse a fuentes externas.
Responsabilidad ampliada del productor
Los productores de productos farmacéuticos y cosméticos que contribuyan a la contaminación de las aguas residuales urbanas por microcontaminantes estarán sujetos a un régimen de responsabilidad ampliada del productor (RAP), que cubrirá un mínimo del 80% de los costes del tratamiento adicional.
Próximos pasos
El acuerdo provisional será revisado por los representantes de los Estados miembros y la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento para su aprobación. Una vez aprobado, el texto procederá a su adopción formal por ambas instituciones, previa revisión por juristas-lingüistas, antes de su publicación en el Diario Oficial de la UE y su aplicación.
Antecedentes y evaluación
La directiva sobre tratamiento de aguas residuales urbanas, adoptada en 1991, ha reducido considerablemente los vertidos contaminantes a lo largo de los años. Sin embargo, sigue habiendo problemas, como la contaminación procedente de aglomeraciones más pequeñas y los microcontaminantes. Las revisiones propuestas pretenden resolver estos problemas y potenciar el papel del sector en la consecución de los objetivos climáticos de la UE.
LIFE RESEAU
El proyecto Life Reseau se encuentra a la vanguardia de la tecnología al abordar este problema. Su objetivo es reducir hasta un 100% las descargas de los sistemas unitarios de saneamiento (DSU) en áreas de fuertes precipitaciones. Para lograr esto, el proyecto está desarrollando soluciones innovadoras que, por una parte, reacondicionarán y modernizarán las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR) y redes de saneamiento unitarias (RSU) y, por otra, dotarán de herramientas tecnológicas para el análisis del efecto de la escorrentía e infiltraciones sobre las infraestructuras.